POR LA ESCRITORA INVITADA: Dra. Kenya Carmen Dworkin y Méndez, Profesora de Carnegie Mellon University y Co-Presidenta del Latin American Cultural Union
Nuestra identidad como latino/a/s/x desde el pasado hasta hora y más allá
Retomando nuestro recorrido anterior, ya para el siglo dieciocho tenemos los testimonios de Eulalia Pérez (1766-1878) y Apolinaria Lorenzana (1790-1884), amas de llave en misiones californianas, atestiguan la condiciones de vida de los indígenas que en ellas eran obligados a vivir. María de las Angustias de Guerra de Ord (1815-1880) da testimonio sobre las numerosas revueltas de indios e invasiones mexicanas y estadounidenses de la zona californiana. Con sus artículos (publicados en Century Illustrated Monthly Magazine) sobre la vida en la California mexicana, Brígida Briones (1881- ?) contribuyó a la romantización de la vida benigna y pastoral de Monterrey y la costa, contrario a la imagen general que ya tenía la gente del este del país sobre el oeste. También hay un sinfin de cartas y editoriales en períodicos hispanos, por personas como Platón Vallejo (1841-1925), hijo de Mariano Guadalupe Vallejo; Juan Nepomuceno Seguín (1806-1890), de una poderosa familia política y ranchera; Francisco P. Ramírez (1837-1908), Pablo de la Guerra (1819-1874), Aurora Lucero White (1894-1965), María Amparo Ruíz de Burton (1832-1895), Jovita Idar (1885-1946), P.G (Pero Grullo, contribuidor anónimo a la Revista de Taos), entre otros. Lucero White y P.G., por ejemplo, publican sobre el tema de protección y promoción del español como lengua de enseñanza, comercio y política, al igual que el inglés. En 1855, Ramírez, editor jefe de El Clamor Público, escribe y publica un editorial cuestionando el concepto estadounidense de la libertad, y enumerando una serie de leyes que considera discriminatorias e injustas. Por derecho propio, Ruíz de Burton, es una de las estrellas de este canon, pero no sólo por si rica producción epistolaria -tanto en español como inglés- con estadistas en México, Estados Unidos y otros países, sino también porque publicó dos novelas en Filadelfia, en inglés. Con el propósito de comunicarse con el público lector anglosajón, saca Who Would Have Thought It? (1872), primera novela publicada por autor mexicano viviendo en EE.UU. (California ya era estadounidense). Trata del tema de la corrupción y el racismo de la sociedad y los religiosos de Nueva Inglaterra y Washington, D.C. en el contexto de la Guerra Civil de Estados Unidos. Desmantela por completo los conceptos de raza, clase, género y derechos humanos de la época. También publica The Squatter and the Don (1885), novela que capta bien la situación de los californios hacendados que perdían sus legítimas tierras a manos de los apoderados.
Ya en el siglo veinte, alguna de nuestra literatura estadounidense refleja los
conflictos de identidad que lógicamente pueden surgir cuando uno vive en un país cuya cultura dominante es distinta a la de uno, aunque la segunda haya existido por más tiempo que aquélla. Es el caso de escritores como Américo Paredes (1915-1999), cuya obra—novelas, cuentos y ensayos periodísticos—abrió camino para los estudios latinos en la academia estadounidense. Tomás Rivera, por su parte, aporta con sus obras,
entre ellas …y no se lo tragó la tierra (Berkeley, CA: Quinto Sol, 1971) un flujo de conciencia, una personalísima visión de la vida de los trabajadores migrantes. El activista chicano Jesús “El Flaco” Maldonado (1944- ), por su parte, concretiza los símbolos de la vida diaria de su pueblo, en odas bilingües, por ejemplo Oda al frijol y Oda al molcajete, que alternan de un idioma a otro. También Tato Laviera, poeta neoyoriqueño, utiliza la alternancia de códigos para debidamente retratar la existencia
de los latinos que a diario luchan por retener un idioma menospreciado y arrebatado por una sociedad cuya lengua dominante es el inglés.
Un poco más tarde, la obra teatral El Súper, del exiliado cubano Iván Acosta, retrata no sólo las vicisitudes de una familia cubana refugiada en Nueva York, sino también las tensiones intergeneracionales que surgen en ella. El salvadoreño Mario Bencastro (1949), nos ofrece varias novelas, entre ellas Odisea del Norte (1997), publicada por el mismo proyecto Recovery, que ofrece una visión personalizada del conflicto cultural y la alienación que sufren los inmigrantes en las grandes ciudades, Washington, D.C., en
este caso. La cubana Dolores Prida, por su parte, nos ofrece a través de su obra Coser y cantar (1981) una dramática perspectiva de cómo las tensiones entre pasado y presente, español e inglés, y cubanidad y americanidad, pueden dividir—literal y figurativamente—a una mujer en dos partes, ELLA y SHE.
¿El futuro?
Un poema del mexicano Guillermo Gómez-Peña (1955- ) me permite cerrar esta breve incursión en la rica historica de las letras hispanas en EE.UU. El simple hecho que su perspectiva transfronteriza desmantela la estructura que hasta ahora hemos seguido, nos permite señalar que la trayectoria de este enorme corpus, con sus albores en el siglo XV y su ilimitado futuro, ha visto una evolución que ha incluido el español, el inglés, el spanglish y hasta un retorno al español, con la constante llegada de nuevos inmigrantes al país. Entonces, lo que tenemos ahora es una producción que a veces se
bifurca – en inglés o español – pero que siempre sigue reflejando la complejidad de nuestro pasado, presente y futuro, los tres ampliamente condicionados por un sinnúmero de factores: el país de origen, lengua materna, condición ciudadana, geografía, cultura, religión, género y política. El siguiente fragmento de Lección de geografía finisecular capta en su esencia la tensión que dará forma a la literatura latina en EE.UU. sin importar en que lengua se produzca.
dear reader/dear audience
repeat with me out loud:
México es California
Marruecos es Madrid
Pakistán es Londres
Argelia es París
Cambodia es San Francisco
Turquía es Frankfurt
Puerto Rico es Nueva York
Centroamérica es Los Angeles
Honduras es New Orleans
Argentina es París
Beijing es San Francisco
Haití es Nueva York
Nicaragua es Miami
Chiapas es Irlanda
your house is also mine
your language mine as well
& your heart will be mine
one of these nights
es la fuerza del sur
El Sur en el Norte

La Dra. Kenya Carmen Dworkin y Méndez nació en La Habana, Cuba y se crió en New York City. Habla inglés y español. Es profesora de Estudios Hispanos y Traducción en Carnegie Mellon University. A través de los últimos 25 años, ha recibido un total de $250,000 para proyectos de investigación, educación de la comunidad, para las artes, y también forma parte de numerosas juntas directivas editoriales y de investigación tanto en los EE.UU. como en el extranjero. En Pittsburgh, sirve de voluntaria como Directora Ejecutiva del Coro Latinoamericano, Co-Presidenta del Latin American Cultural Union, y Co-Directora del programa comunitario para niños, CIRCULO, de Carnegie Mellon University. Información de contacto para Kenya: 412-721-9208 o kdworkin@andrew.cmu.edu.