Por Caelin Grambau, estudiante de Escritura inglesa con especialización en español en la U. de Pittsburgh
Topiltzin llegó a los Estados Unidos a la edad de cinco años fingiendo estar dormido en la parte trasera de un automóvil. Cuando cumplió los veinte años, se graduó de la prestigiosa U. de Yale, y comenzando su carrera ya con un puesto profesional, con una promoción se convirtió en Jefe de personal de la empresa Honeycomb Credit.
Los senderos que llevaron a Topiltzin Gómez a donde está hoy, tanto académicos como personales, comenzaron a una edad temprana y no habrían sido posibles sin la familia y la comunidad que le rodeaban.

“En 1999, mi papá decidió hacer un viaje de México a los Estados Unidos y trabajar allí durante todo un año. Regresó exactamente un año después ya con la idea en su mente de que ‘las escuelas son realmente buenas; parece que hay mas posibilidades para una buena educación alla y quiero que mis hijos vayan a la universidad’. Y de alguna manera nos convenció a mi mamá, a mi hermano mayor, y a mí de que irnos sería algo que iba a valer la pena”.
Gómez también compartió lo agradecido que está y cuan afortunado es de haber tenido las oportunidades que se han dado desde que comenzó ese viaje.
“La frontera puede ser realmente peligrosa y aterradora, pero para mi hermano y para mí fue como ir de viaje. Fue algo diferente, pero no nos dió miedo”.
Luego agrega: “Quiero que la gente tenga una visión muy matizada de cómo es la experiencia de los inmigrantes indocumentados. Sí, son personas que trabajan en la construcción o en casas, pero también son niños y es una gran comunidad multifacética”.
Esa comunidad multifacética fue un elemento importante que encontró Gómez cuando su familia se estableció en Waukegan, Illinois, una pequeña ciudad al norte de Chicago. Waukegan, compuesto por casi un 50% de población hispana, se convirtió rápidamente en un nuevo hogar para su familia. “Había llegado a un nuevo país, pero nunca me sentí como una minoría porque muchos de mis amigos también habían venido de México o de Honduras o de El Salvador”.

La comunidad que Gómez y su familia pronto encontraron en Waukegan se convirtió en un gran aspecto de la historia de Gómez.
Waukegan, una ciudad que alguna vez estuvo en auge, se vio muy afectada cuando las fábricas se fueron. Eso despertó el interés de Gómez por la economía. “Empecé a pensar mucho sobre ‘por qué Waukegan, por qué se fueron las fábricas, por qué mi familia se fue de un lugar y vino a este, y muchas de esas preguntas me apuntaron hacia la economía porque es ahí donde encontré la explicación de algunos de los fenómenos inexplicables de mi vida.”
Eventualmente, Gómez dejó Waukegan y finalmente terminó en Pittsburgh, pero le da crédito a la comunidad de Waukegan y a su familia especialmente por haber llegado a donde se encuentra hoy.
Después de la secundaria, Topiltzin continuó su carrera académica en la U. de Yale. Su madre, maestra de escuela, siempre había enseñado a Gómez y a su hermano mayor a amar el aprendizaje en cada etapa de la vida, y esto marcó el rumbo para el resto de su carrera académica. Siguiendo los pasos de su hermano mayor, un graduado del renombrado Dartmouth College, Gómez se dio cuenta de que él también podía optar a las universidades prestigiosas del Ivy League.
Topiltzin piensa a menudo en el camino recorrido desde que llegó a Illinois. ¿Su mayor consejo para los niños que se preparan para actividades académicas más avanzadas?
“Busquen gente que los apoye porque hay muchas cosas que no saben. Si son nuevos en este país hay muchas cosas que tienen por aprender. Compartan su deseo de ir a la universidad, o al menos pregunten acerca de ir a la universidad. Compártanlo con todas las personas en las que confíen y pregúntenles qué consejo les dan. Rodéense de buenos compañeros, mentores y consejeros, pero también apoyen a sus compañeros que estan en la misma situación. Pasen tiempo con gente que busca lo mismo que ustedes, porque eso les ayudará a superar los momentos difíciles”.

Hoy en día, Gomez es jefe de personal de Honeycomb Credit, un servicio de crédito que ayuda a las pequeñas empresas locales a obtener préstamos directamente de su comunidad en lugar de pedirlo al banco. Todos los días trabaja con los residentes de Pittsburgh, ayudando a los propietarios de negocios a poner en marcha sus ideas y hacer realidad sus sueños – muy semejante a su propia historia.
Topiltzin afirma lo que más le gusta de su trabajo – que todo gira en torno a la comunidad!
¡Felicitamos a Topiltzin por sus logros y le deseamos mucho éxito ahora y en un futuro!