El jueves 18 de febrero de 2021, los demócratas propusieron la Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2021 con el apoyo de la Administración Biden. La ley afectaría en gran medida las leyes de inmigración actuales, incluyendo el establecimiento de una ruta de 8 años hacia la ciudadanía para inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes del 1 de enero, proporcionaría una ruta acelerada hacia la ciudadanía para trabajadores agrícolas y jóvenes indocumentados que llegaron a los Estados Unidos cuando eran niños y que cuentan con estatus de protección temporal bajo DACA, reemplazaría la palabra “extranjero” por “no ciudadano” en la ley, (una sugerencia del Presidente Biden), aumentaría los límites por país en los números de inmigración legal basados en la familia y el empleo, derogaría la sanción que prohíbe a los inmigrantes indocumentados regresar al país después de salir de este por entre tres y 10 años, entre muchas otras (Miao, 2020).
Esta ley no solo eliminaría 5 años del proceso actual hacia la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados, sino que también reduciría los tiempos de espera de visa para la inmigración basada en la familia y reuniría a las familias a un ritmo más rápido. La propuesta de la ley es solo el punto de partida, para que esta sea trasladada al Senado para su votación se necesitan un mínimo de diez votos republicanos. “Sé lo que muchos están pensando, ¿el proyecto de ley tiene alguna posibilidad de aprobarse con sólo 60 votos? Y la respuesta es, no lo sabremos hasta que lo intentemos”, comenta el senador Bob Menéndez, patrocinador principal del proyecto de ley.
Las implicaciones del proyecto de ley son enormes, independientemente de si se aprueban o no. Los problemas en la ley de inmigración se han vuelto más evidentes en los últimos años y tienen un impacto directo en el estado económico y el bienestar general de la comunidad latina en todo el país y PA. En 2018, el 7% de los residentes de Pensilvania eran inmigrantes y el 15% de ellos eran de países latinos, esto sin incluir a los indocumentados. Además de esto, el 9% de la población del estado figuraba como hijo de al menos un padre inmigrante (americanimmigrationcouncil.org, 2020).
Para la mayoría, la ciudadanía estadounidense es la puerta a una vida mejor llena de oportunidades. El facilitar que los inmigrantes documentos se conviertan en ciudadanos no solo sería beneficioso para esos inmigrantes, sino también para los estadounidenses en general. Los no ciudadanos no tienen derecho a votar, a menudo luchan para encontrar un trabajo legítimo y no pueden contribuir a la economía mediante la compra de bienes raíces, etc. La propuesta Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2021 es un paso en la dirección correcta para otorgar una voz a múltiples no ciudadanos, pero todavía nos queda un largo camino por recorrer.
Fuentes: Los demócratas presentan un amplio proyecto de ley de inmigración con una ruta de 8 años hacia la ciudadanía, Miao, Hannah, CNBC, 8 de febrero, 2021. Inmigrantes en Pensilvania, Consejo Americano de Inmigración, 6 de agosto, 2020.